Una charla con mi yo de hace cinco años
Si yo pudiera hablar con mi yo, de hace cinco años, lo primero que haría sería golpearlo y poder hacerlo entrar en razón porque se aproximaban muchas cosas. Era un joven con demasiadas preguntas, con curiosidad a lo desconocido y con pocos conocimientos para entender todo lo que le esperaba a lo largo de su vida desde aquellos momentos. Quisiera decirle que no se preocupe, que cada experiencia lo hará más fuerte, sabio, también consciente de su valor y que todo lo que aprenderá le servirá mucho la pena.
También le diría que la vida no es fácil, pero que cada reto que se le presente lo va a hacer pan comido. Que los fracasos no son el final, sino parte del proceso para convertirse en alguien mejor, porque como dicen: de los errores se aprende. Que valore el esfuerzo que realiza, que no se rinda, y que no tenga miedo de equivocarse, porque los errores también enseñan. Cada caída será una lección, y cada logro, una recompensa bien merecida.
Le contaría que más mayor entrará a la universidad, un lugar que al principio lo pondría nervioso, pero que terminará siendo una de las mejores etapas de su vida. Conocerá buenos amigos, profesores que lo ayudaran a descubrirá nuevas habilidades que no sabía que tenía. Vivirá experiencias únicas, tanto dentro como fuera de la universidad, que lo marcarán para siempre haber entrado en aquella universidad.
También le recordaría que debe confiar más en sí mismo, que no tiene que compararse con los demás, porque cada persona lleva su propio ritmo, y que también deje de ser tan perezoso. Que disfrute cada momento con su familia, porque esos recuerdos serán la mayor motivación que lo impulse a seguir adelante. Le aconsejaría que siempre se escuche el mismo y no se deje influenciar por quienes no lo valoran.
Desearía poder
guiarte en cada reto, para tomar mejores decisiones y poder ser consiente con
estas acciones.
Finalmente, le
diría que nunca se olvide de soñar en grande, pero que esos sueños solo se
cumplen con disciplina, paciencia y fe. Que mantenga siempre a Dios en su
camino, que sea agradecido, y que confíe en que todo esfuerzo, aunque cansado o
desmotivado, algún día traerá grandes recompensas. Hoy, gracias a ese joven
valiente que empezó sin saber mucho, estoy aquí: con metas claras, más maduro y
con la esperanza firme de que lo mejor aún está por venir. 💸🍀🤞🏼✨